M.ª del Carmen Díaz Mardomingo.
Ayudar a que las personas mayores tengan más calidad de vida es el principal reto que mueve en su labor investigadora a M.ª del Carmen Díaz Mardomingo, profesora del Departamento Psicología Básica I de la UNED. Experta en el deterioro de la memoria semántica en la enfermedad de Alzheimer –lo que tiene que ver con los significados y los conceptos–, una línea de trabajo a la que dedicó su tesis doctoral, Díaz Mardomingo está convencida de la necesidad de detectar el Alzheimer de manera precoz, “para tomar medidas eficaces”. La profesora dirige en UNED Asturias el curso de verano “Prevención del deterioro cognitivo en el envejecimiento: intervenciones psicosociales y jurídicas”, en el que se abordan tanto las cuestiones psicológicas como las medidas legislativas que favorecen “la plena autonomía, para que todas las personas se puedan desenvolver de la mejor manera posible. No hay que apartar, sino dotarles de medidas de apoyo”, señala la investigadora.
¿Cómo surgió la idea de organizar este curso?
Las personas que participamos en este curso llevamos muchos años de trayectoria de investigación en torno al envejecimiento. Por una parte, hay psicólogos, que nos dedicamos a la evaluación de los aspectos cognitivos, de cómo las personas mayores pueden declinar sus capacidades y en algunos casos enfermar, incluso con demencia. Y siempre nos ha interesado mucho ver qué factores pueden proteger a la persona, algunos de ellos muy relacionados con nuestro estilo de vida. Por ejemplo, llevar una dieta saludable y tener estimulación cognitiva, y seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida. Todo ello puede ser un factor protector para nuestro cerebro, para no enfermar, o, si lo hacemos, tener más posibilidades de luchar contra esa enfermedad. Por otro lado, también nos han interesado desde siempre los aspectos jurídicos, y por eso hemos incorporado esa parte al curso, para ver cómo proteger a las personas mayores que pueden estar en situación de vulnerabilidad. Queremos reflexionar sobre las medidas que tiene la sociedad para que las personas se puedan manejar por ellas mismas el mayor tiempo posible.
¿Cuáles son algunos de los factores concretos que ayudan a protegernos del deterioro cognitivo?
Hay estudios muy diferentes, con hasta doce factores de protección, entre ellos todo lo que tiene que ver con proteger nuestra salud cardiovascular: controlar nuestro colesterol, nuestra hipertensión... Si cuidamos esos factores, podemos proteger el cerebro. Por otro lado, está la estimulación cognitiva, darle retos a nuestro cerebro, que sea capaz de estar activo, y que podamos estar siempre ejercitándolo. Por otro lado, la actividad física es un factor protector enorme, y más si lo hacemos en grupo, porque las relaciones sociales son un factor que nos proporciona salud. Se ha visto que las personas que están aisladas socialmente son más proclives a enfermar, entre otras cosas, de deterioro cognitivo y demencias. Luego hay otros aspectos, relacionados con la alimentación, etcétera.
Por ejemplo, ¿de la alimentación qué podríamos destacar?
El omega 3 es un elemento protector, que beneficia. Por otro lado, a veces incorporar alimentos novedosos, tomados de otros estilos de vida, hace que suprimamos alimentos como la leche, cambiándola por la soja, que no es una leche, sino una bebida de soja... Y los expertos en nutrición nos dicen que está bien incorporar a nuestra alimentación la soja, pero sin eliminar la leche, que siempre ha estado en nuestra dieta mediterránea, como los ácidos grasos “buenos”, el omega 3, que se encuentra principalmente en los pescados azules...
¿Cuáles son sus principales líneas de investigación?
Como investigadora del área de Psicología Básica, lo que hago es investigar aspectos relacionados con cómo evaluar las capacidades cognitivas, cómo evaluar la memoria, el lenguaje, y qué podemos hacer para que nuestro cerebro esté activo y de alguna manera nos proteja de alguna enfermedad. Con independencia de que puedan aparecer demencias, tenemos la posibilidad de mantener el cerebro activo el mayor tiempo posible, y frenar ese proceso, luchar ante la demencia con más armas.
¿Y en qué investigaciones trabaja actualmente?
Ahora estamos en un proyecto de investigación sobre la soledad no deseada. No es lo mismo estar solo que sentirse solo. En nuestros estudios estamos viendo cómo las personas que se sienten solas tienen más probabilidad de tener fallos cognitivos, y es más probable que se desarrolle una demencia. Porque la soledad no deseada es un factor de estrés enorme, como explicará uno de los ponentes del curso –la soledad crónica, no la soledad puntual-. Hay personas mayores que se sienten solas durante mucho tiempo, y ese es un factor que produce un estrés muy grande y hace que el cerebro se altere y que la persona pierda capacidades como la memoria.
¿Ha cambiado mucho la sensibilidad social respecto a este problema?
Sí, en los últimos años, y en concreto en nuestro país, hay más sensibilidad al respecto. La pandemia también nos hizo ver que nuestra sociedad es vulnerable. Mucha gente no sabía lo que es sentirse solo, y hemos visto que afecta a todas las edades. Y, además, afecta a personas en el medio rural y en el medio urbano. En el entorno rural las condiciones han cambiado mucho respecto a cómo eran hace años, cuando había más complicidad vecinal. Hay muchos pueblos que se están quedando con muy pocos vecinos, y debemos llevarles los recursos, por ejemplo, mediante talleres. Creo que sí estamos más sensibilizados.
¿Qué papel está jugando en este sentido UNED Sénior?
Precisamente soy tutora de UNED Sénior, y, desde que se inició en el Centro Asociado de Madrid, me embarqué en este proyecto tan interesante de darles la oportunidad a las personas de más de 55 años de seguir aprendiendo, de una manera flexible y adaptada al alumnado. Es un factor muy interesante porque llegas a acercarte a las personas que quieren aprender de una manera motivacional. La educación siempre va ser un elemento protector del cerebro, no importa la edad. Hay que inculcar retos cognitivos. Aquel al que le interesa el ajedrez, que aprenda ajedrez, al que le interese la geografía, que aprenda geografía. La asignatura que yo imparto es “Entrenamiento de la memoria y el lenguaje”.
El director de UNED Asturias, Juan Carlos Menéndez Mato, y M.ª del Carmen Díaz Mardomingo, en la inauguración del curso.
Pablo Núñez
UNED Asturias. Gijón
